Description
Originario de la antiquísima ciudad de Alepo, en Siria, su modo de fabricación ancestral se remonta a más de 2.000 años y su receta no ha variado hasta nuestros días. Su secreto reside en el uso del aceite de oliva, aceite de laurel, sosa procedente de plantas salicornias y agua. El aceite de oliva, el agua y la sosa se mezclan en un enorme caldero cuya pasta es removida por las palas que agitan los hombres durante varios días. Una vez realizada la cocción se añade el aceite de laurel.Para comprobar la excelencia de la pasta,el maestro jabonero examina con sus manos su textura y untuosidad e incluso la prueba para reconocer en ella un ligero gusto azucarado. Después, la pasta se extiende en el suelo y se procede a su corte manual con un arcaico cuchillo por lo que la forma y el peso pueden variar ligeramente.
Los jabones necesitarán entre ocho y nueve meses para su secado. El calor y el tiempo le harán perder hasta el 92% de agua. Durante este período pasarán del color verde al azul turquesa,al amarillo y finalmente a su color actual. Su interior conserva un intenso color verde.
La tradición heredada durante siglos hacen de la fabricación de este jabón una leyenda y es considerado, sin duda, la joya de los jabones.
El aceite de oliva nutre y suaviza la piel
El aceite de laurel actúa como antiséptico y desinfectante
Reestablecimiento de la película hidrolipídica
Protege de las infecciones cutáneas y agentes externos
Protege las pieles secas, las pieles sensibles al eczema, al acné, a las descamaciones
Como champú( dos veces por semana)
Como máscara para el rostro (dejando actuar durante un minuto y después aclararse)
Como espuma para el afeitado (suaviza e hidrata)
No contiene ningún producto sintético
No contiene ningún colorante
No contiene ningún fijador de perfume
No contiene ningún derivado de grasa animal
Es totalmente biodegradable
Testado bajo control dermatológico
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